
Agradece. Agradece sin parar. Cuando te despiertes por la mañana agradece el nuevo día cuando te acuestes por la noche agradece el descanso. Agradece todo, tanto lo que te agrada como lo que te desagrada porque de todo lo que acontece en tu vida puede salir un aprendizaje nuevo para ti.
Agradécete haber tenido el coraje de decidir por ti mismo y de avanzar aunque sea difícil. Agradécete también esos momentos de duda o desilusión, tus rabietas y toma nota de que eres humano y tus emociones te pueden a veces. Agradece tus enfermedades porque sabes que de ellas extraes una gran parte de información sobre ti.
Agradece tu vida porque es en ella donde se manifiestan tus dones, cualidades y virtudes. Esa vida que no tiene igual en todos los universos.
Aunque no lo veas ahora, tu como yo somos irrepetibles. Nada ni nadie es como nosotros, aunque pueda parecerte que lo que haces, dices o sientes no es importante y que te sientas perdido, eres una pieza de un valor incalculable para la gran Madre/Padre porque todas tus experiencias forman parte de un todo lo que ES.
Nunca se te ocurra compararte ya que es del todo imposible la comparación porque no tienes a que o quien parecerte. Agradece ser como eres porque para que tu puedas existir tal y como eres han tenido lugar millones de combinaciones.
Agradece toda vida porque cada vida, por insignificante que parezca, es una parte impórtate de todas las vidas de todos los mundos. Sin ti, el cosmos no seria igual
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